Orígenes
La historia de la embarcación pesquera “Los Picones” es un testimonio viviente de la tradición pesquera en el puerto de Mazarrón, una tradición que ha atravesado casi un siglo y se ha mantenido viva a través de generaciones.

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Aunque el actual “Los Picones” fue construido en 1997, su linaje se remonta a tiempos anteriores, cuando la familia faenaba bajo otros nombres, como “Picones 2” y “Cristo de las Profundidades”.
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El verdadero origen de esta historia se sitúa en 1932 con el legendario “Hermanos Picones”, una embarcación dedicada a la pesca de arrastre que marcó el inicio de la aventura marítima de esta familia. Desde entonces, cada renombre del barco ha simbolizado una nueva etapa, reflejando la perseverancia y la pasión de una familia por el arte de la pesca.

El puerto de Mazarrón no solo es el hogar de Los Picones, sino también un lugar cargado de historia, que remonta su importancia pesquera a tiempos antiguos, cuando fenicios y romanos dominaban estas costas. Ambos pueblos fueron pioneros en el desarrollo de técnicas de conservación de pescado mediante la salazón, un método que permitió mantener los alimentos frescos durante largos períodos, facilitando su transporte y comercio. Gracias a su ubicación estratégica en el Mediterráneo, Mazarrón se convirtió en un punto clave para el comercio de salazones y conservas, atrayendo a comerciantes y navegantes de culturas diversas. Los fenicios introdujeron este arte de la conservación, mientras que los romanos no solo lo adoptaron sino que lo perfeccionaron, desarrollando productos como el garum, una salsa fermentada de pescado que era un verdadero manjar en la antigua Roma.
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La evolución del sector pesquero en España, especialmente desde 1932, ha sido notable. La industria pesquera ha pasado de ser una actividad rudimentaria y artesanal para convertirse en uno de los sectores económicos más importantes del país, desempeñando un papel fundamental en la economía y en el abastecimiento de productos del mar para el consumo interno y para la exportación.
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Durante décadas, el sector ha tenido que adaptarse a los cambios tecnológicos y a las regulaciones que aseguran la sostenibilidad de las especies. Innovaciones en técnicas de pesca, como la introducción de redes de arrastre más eficientes y el uso de tecnología para localizar bancos de peces, han permitido un progreso significativo, manteniendo a España como uno de los líderes en la industria pesquera en Europa.


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Mazarrón ha sido un ejemplo en esta evolución, y las embarcaciones como “Hermanos Picones”, “Picones 2”, “Cristo de las Profundidades” y el actual “Los Picones” son parte esencial de esa historia.
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A medida que la demanda de productos del mar ha crecido, también lo ha hecho la importancia de los métodos de conservación y procesamiento de pescado. Hoy en día, el puerto de Mazarrón sigue siendo un centro vital para la producción de salazones y conservas, que permiten disfrutar del sabor del mar durante todo el año.
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Los métodos de salazón actuales, aunque incorporan tecnologías modernas para garantizar la calidad y la seguridad alimentaria, conservan el sabor auténtico y artesanal de los productos.

A mitad de los años 90...
La embarcación Picones 2 sufrió un accidente y se hundió en el puerto pesquero de Jávea, siendo finalmente desmantelado y quedando activo desde entonces, la actual embarcación de Los Picones.

Así, en cada salida al mar...
Los Picones no solo realizan un gran esfuerzo por capturar los recursos que el mar ofrece, sino también una conexión con el pasado. La embarcación simboliza un vínculo entre el presente y un legado que se remonta a los primeros “Hermanos Picones” en 1932. A lo largo de casi un siglo, esta familia ha superado las mareas cambiantes de la industria pesquera, manteniendo vivas las técnicas tradicionales de salazón y contribuyendo al patrimonio cultural de Mazarrón. Los productos que hoy se ofrecen, desde los salazones hasta las conservas, son la culminación de décadas de historia, esfuerzo y respeto por el mar.
Cada bocado cuenta la historia de una tradición que ha perdurado y sigue evolucionando, gracias al compromiso de quienes, como los propietarios de “Los Picones”, han dedicado sus vidas al mar y a su oficio.


Hasta el día de hoy donde aún seguimos transmitiendo sensaciones. Siempre con legado y tradición. Siempre Los Picones.